III TORNEO INTERNACIONAL «MASPALOMAS COSTA CANARIA»
Dificil triunfo del Equipo de Solingen

De nuevo en el mes de febrero, los más fuertes conjuntos del ajedrez centro europeo se enfrentan en la tercera edición del ya clásico Torneo Internacional por Equipos "Maspalomas Costa Canaria". Tipo este de prueba infrecuente en el ajedrez español, que aventaja a las competiciones individuales en el estrechamiento de lazos amistosos y deportivos.

El Conde de la Vega Grande, patrocinadorde estos certámenes, confirma su entusiasmo por el ajedrez y su activo papel de promotor de la afluencia de extranjeros a nuestra isla. Los mismos equipos que la pasada temporada, concurren al Torneo. La selección de Amsterdam, entonces campeona, llega algo mermada en fuerza por la ausencia de Kuijpers, su jugador más regular, y la de su gentil capitana que tan buena fortuna hubo de depararle en la primera ocasión. Desde el primer día, con su derrota frente a Suiza, se evidenció una baja forma inesperada en los holandeses, que ya no se despegarían del último lugar de la tabla.

El equipo campeón de Alemania, el Solingen, nos visita este año con el propósito previamente anunciado de llevarse el título. La presencia de dos grandes maestros y dos maestros internacionales en sus filas, nos hizo sospechar desde el principio que tal propósito iba en serio. Y en efecto, aunque amenazado seriamente por los helvéticos, los alemanes decidirían la pugna a su favor, ganando dos matchs y empatando uno. Agradecemos en verdad a Egon Evertz la extraordinaria calidad de la selección visitante, cuyo primer tablero, el G.M. Hübner, constituyó la gran atracción de la prueba. Tres partidas de Hübner: tres lecciones de imaginación creadora en un ajedrez simple y puro. Secundado por el G.M. Hecht, fue el artífice de la victoria alemana.

Los suizos, subcampeones esta vez, e n igualdad de puntos con el líder, merecen sin reservas nuestra admiración. Sobre todos ellos, el joven Schauwecker, de nuevo el máximo triunfador de su equipo, sobre quien no dudamos en aventurar los más optimistas pronósticos a corto plazo.

Y llegamos a la ardua labor de nuestro propio enjuiciamiento. El equipo canario, actual campeón de España, que el pasado año hubo de conformarse con el último lugar de este torneo, no abrigaba a priori grandes esperanzas, tras la baja de Ricardo Calvo. Unico equipo sin títulos internacionales, iniciaba la dura prueba frente al Solingen, como víctima propiciatoria. Pero los augurios populares quedaron en suspenso al transcurrir varias horas de juego y comprobarse fácilmente que los canarios tenían ganado el encuentro. Aunque el incontenible Hübner inclinara prontamente una violenta partida a su favor, Betancort sostuvo la igualada hábilmente ante el G.M. Hecht, mientras Angel Fernández vencía con cierta facilidad al M.I. Gerusel. En el cuarto tablero, el juvenil Fraguela, sin perder la iniciativa, iba a decidir el match con una victoria que parecía segura sobre Capelan, también M.I. Pero tras el aplazamiento, ciertas imprecísiones del canario provocaron la igualada y con ella el empate, el único empate del Solingen a lo largo del torneo. Al siguiente día, el CIDA derrotaría por 3-1 a los holandeses, colocándose con los alemanes a la cabeza de la tabla. Los nervios ante fortuna tan inesperada o acaso la fatal imposición de la lógica, determinaron en la postrera jornada un resultado muy adverso frente a los suizos, con lo cual el CIDA quedó en tercer lugar, clasificación honrosa tras emocionantes avatares que complació al numeroso público asistente al gran salón de actos del Círculo Mercantil de Las Palmas.

/ Ajedrez Canario N° 32 /